
De esta forma Apple confirma su obsesión por tener bien atados todos los cabos de su tienda de software acechando a unos pocos que podrían haber estado usando la misma cuenta iTunes en varios iPhone compartiendo de esta forma las aplicaciones, pero a costa de fastidiar a la totalidad de sus clientes ya que a partir de este momento habará que recurrir permanentemente al ordenador para evitar volver a pagar por algo que ya has comprado anteriormente. Podrá no ser una molestia para aquellos que siempre usen unas pocas aplicaciones o incluso para aquellos que dispongan de un ordenador a mano, pero si en cambio eres de los que la cantidad de aplicaciones permitidas en un iPhone se te queda corta y vas borrando y descargando vía 3G, o incluso si eres de los que usa Linux y tienes que pedir prestado un ordenador para sincronizar aplicaciones, las molestias son evidentes.
En definitiva, una nueva medida para salvaguardar los intereses de Apple, que no beneficia al usuario y que molestará a muchos de sus clientes.
Autor: Vicenç Lacruz
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