Los directivos tienen prisa por sacar del balance esos activos porque cuesta mantenerlos, pero el proceso de vender esos pisos es largo y más aún en el contexto actual.
Así, los bancos y cajas tardan más de dos años (25 meses) en dar salida a cada inmueble residencial que se adjudican. En algunas entidades, el periodo de permanencia del inmueble en balance se eleva a cinco años desde el momento de su adquisición. Otras logran reducirlo a seis meses.
Cuando se trata de propiedades industriales y agrícolas, con peores perspectivas de venta, los plazos aumentan. Cada inmueble industrial que se adjudica la banca se mantiene una media de tres años en su balance (38 meses); los agrícolas, casi cinco años (56 meses), aunque en entidades puntuales, la permanencia media se dispara hasta los 12 años.
Mal rollo con las inmobiliarias
Esto está provocando discursiones con las inmobiliarias, ya que les acusan de competencia desleal por poder ofertar los pisos embargados con una financiación a medida y descuentos.idealista.com
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