Leemos hoy en Mobinaute que TomTom va a disponer de aquí a final de año de hasta cincuenta personas trabajando en el desarrollo de su navegador GPS para el iPhone de Apple, dispositivo que gracias a su receptor integrado y su generosa pantalla se intuye ideal para ser usado en estos menesteres, a pesar de que algunos usuarios se hayan quejado que dentro del automóvil la recepción es en algunos casos deficiente.
Sea como sea parece ser que finalmente sí habrá TomTom para iPhone, aunque no de la forma que todos esperábamos, o como mínimo, que estábamos acostumbrados. Si lo habitual hasta el momento era poder descargar la aplicación por un lado y los mapas por otro, TomTom acaba de anunciar que se encuentra trabajando en una versión exclusivamente para móviles, iPhone incluido, que va a descargar los mapas desde el propio servidor de TomTom en el momento que el dispositivo lo requiera. Los cálculos de las rutas y demás información de interés tampoco va a ser el dispositivo quien se encargue de calcular o gestionar, sino TomTom de forma remota. Esto, que en principio pueda parecer negativo, tiene varias ventajas, como la de no tener que dedicar parte de los 8 o 16GB a almacenar mapas de los que en la gran mayoría de ocasiones no necesitamos más del 5 o 10% del total. Otra ventaja, a priori y esperando ver cómo va a funcionar el servicio de actualizaciones de TomTom, podría ser que de forma permanente podamos acceder a las últimas versiones de los mapas, aunque pagando probablemente una cuota de suscripción.
A TomTom casi no le quedaba otro remedio que buscar una forma segura y alejada de la piratería para distribuir sus productos. Ahora que los GPS los venden a 60 euros en cualquier quiosco de barrio y a pesar que Navigator 7 para Pocket PC no está a la venta pero sin embargo millones de personas lo usan en sus dispositivos Pocket PC, una de las soluciones era buscar un cliente seguro que pagara siempre por cada licencia distribuida. Si por otro lado tenemos en cuenta que las compañías de telefonía móvil están encantadas con aquellos productos que obliguen a sus clientes a adquirir una tarifa plana de datos, el resultado es que el usuario final deberá tener muy en cuenta si le sale rentable esta nueva modalidad de TomTom primero, y después si su compañía tiene la calidad y ancho de banda suficiente para garantizar el servicio allá donde se encuentre.
Autor: Vicenç Lacruz
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