Si hace pocos meses la Comisión Europea imponía una dura sanción de casi 500 millones de euros a la empresa de Bill Gates por prácticas monopolistas, hoy acaba de anunciar que Microsoft ha sido condenada a pagar 899 millones de euros, cifra que rompe todos los récords en cuanto a sanciones de la Comisión Europea a una sola empresa que haya incumplido una decisión tomada por este organismo, y que no por prevista deja de sorprender.
Para encontrar el origen de esta multa histórica, hay que remontarse unos años atrás, concretamente al período comprendido entre el 21 de junio de 2006 al 21 de octubre de 2007, cuando debería haberse hecho efectiva la resolución dictaminada por la misma Comisión, que exigía a Microsoft la liberación de la documentación técnica necesaria para que todos los programadores pudieran diseñar soluciones de software ajustadas a las características técnicas del sistema operativo.
Ante la negativa durante ese período de tiempo de Microsoft a cumplir la sentencia, y por tanto, a liberar la información técnica requerida, le fue impuesta una multa diaria cuya cuantía hoy la Comisión Europea ha dado a conocer: 899 millones de euros.
Los problemas para los de Redmon, aunque según una nota de prensa dan por concluidos en nuestro continente, no perece que vayan a acabar con esta sanción. Quedan pendientes otros casos abiertos, como el de Opera con su reciente denuncia por el uso dominante de Internet Explorer en los sistemas operativos Windows o las investigaciones que recientemente la misma Comisión Europea ha puesto en marcha relacionadas con la nueva versión de Office. La nota de prensa oficial,
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