Cuando el emule de tu vecino veas cortar, pon el tuyo a rezar. Así quedaría uno de los refranes más populares españoles después de modificarlo un poco adaptándolo a la nueva situación que para algunos era sólo cosa de los franceses y ese nuevo presidente con ganas de hacer muchas cosas, pero que en realidad puede tratarse de una tendencia generalizada entre los proveedores de Internet europeos. Y es que gracias a la publicación Público.es hemos sabido que Telefónica, Vodafone, Orange y ONO a través de su asociación Redtel quieren plantear al próximo gobierno que salga de estas elecciones la posibilidad de poder controlar las descargas de los usuarios "para poner un poco de orden" ya que "la gente tiene que darse cuenta que la sociedad del futuro no puede ser gratis total".
Y para que sean escuchadas, qué mejor que una buena cantidad de dinero, concretamente 8.000 millones de euros que estas compañías invertirían en mejorar las infraestructuras. Es decir, que cualquier mejora en las redes de telecomunicaciones españolas parecer ser que va a pasar por la aceptación de las condiciones que pretende imponer Redtel al nuevo gobierno.
Teniendo en cuenta que, por poner un ejemplo, ya.com pertenece a Orange, esta noticia no sólo abarca a las cuatro empresas citadas sino a todo conglomerado de filiales y proveedores en poder de las mismas. El que por fortuna se queda fuera es Jazztel, con una red propia de una altísima calidad. Si finalmente Redtel llevan a cabo sus propósitos y Jazztel se queda fuera, sería momento de empezar a plantearse la compra de algún paquete de acciones de esta última.
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