En las últimas semanas corrió la confirmación de que Audi iba a usar el V8 TDI de 4.2 litros en vez del V12, ya que así habría menos emisiones y no haría tanto la competencia al R8 V10, pero… sigue sin haber nada claro. El hecho de que el R8 diésel tenga éxito depende de si es tan radical como ha sido hasta ahora. Si se usa un pequeño V8 los clientes irán más a por el gasolina estándar, ya que éste no tendrá ningún encanto.
Considerando que realmente el V12 TDI y el V10 gasolina no serían rivales entre sí… ¿por qué no? Quizás el único gran obstáculo que frene a Audi sea el hecho de las normas anticontaminación que se avecinan en EEUU y en el viejo continente. Una cosa parece estar clara: el R8 TDI existirá. Ahora, sólo queda esperar a ver si Audi se tira a la piscina, o sólo se moja las piernas.
Vía: Motor Authority
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